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Historia del Escudo de Armas de Xalapa.



Escudo de Armas de Xalapa Veracruz

          La explicación sobre su significado expresa que está "reducido a cinco cerros en medio del cuartel principal, llamados Macuiltepec, a cuyo pie se halla Xalapa, que significa en su idioma Fuente o Manantial de Arena, derivada de la voz Xalic-itic; timbrando el expresado cuartel un hermoso lucero, astro que hace que aquel pueblo, o influye un temperamento benigno, apacible y templado. Una orla que tiene el expresado escudo, en campo de oro, con el nombre de Xalapa, en que se hallan seis raíces o frutos con sus hojas o guías significan el precioso de la pirga tan estimada en Europa; representando el capacete y caduceo de mercurio, situado en la parte superior del escudo, el teatro que ha sido aquel pueblo del comercio y ferias de flotas entre las dos naciones de Europa y América; y la cornucopia de Amaltía, que los acompaña, significa la abundancia y hermosura de sus prados y pensiles, lo frondoso de las arboledas, variedad de tantas frutas, y abundancia de flores, manifestado además en el laurel, palma y demás adornos que la circundan".

Fiestas populares

Del 8 al 16 de abril se celebran las fiestas de Primavera, y el 12 de diciembre se celebra la fiesta religiosa en honor de la Virgen de Guadalupe.

Las fuerzas republicanas toman la ciudad de Xalapa
11 de noviembre de 1866.

Encargado el general Alatorre nuevamente del mando de la línea norte de Veracruz, sus primeros trabajos se redujeron a reglamentar aquellas fuerzas y reorganizar la hacienda para contar con los recursos necesarios y procurarse los materiales de guerra que necesitaba, y fue hasta entonces cuando al frente de sus tropas decidió atacar la plaza de Xalapa con el objeto de apoderarse de los pertrechos y armamentos que allí tenían en grandes cantidades los imperialistas.
Estos movimientos y preparativos de las fuerzas republicanas alarmaron a las autoridades xalapeñas, las que con total arreglo a lo prevenido en el Decreto de 16 de septiembre de 1865 sobre el estado de sitio, con fecha 9 de agosto lo declararon en el Distrito de Xalapa; y como de acuerdo con el artículo 4o. del citado Decreto, si la autoridad militar lo juzgaba conveniente para mantener el orden, podría retener en sus funciones a la municipalidad para que ella ejecutara las disposiciones dictadas, fueron designados D. José María Rivadeneyra, D. Francisco Guevara, D. Patricio Franceschy, D. Vicente Caraza y D. José María Terán, regidores del cuerpo municipal, para tal fin.
Establecida por Alatorre desde el 5 de noviembre su línea de circunvalación sobre la ciudad de Xalapa, quedó el enemigo reducido a sus fortificaciones, desde donde disparaba nutrido fuego de artillería y fusilería en todas direcciones sobre los republicanos.
Distribuidas las fuerzas atacantes en cinco columnas de operaciones, mandadas, la primera por el coronel Miguel Pérez, la segunda por el coronel H. Carrillo, la tercera por el teniente coronel Agustín R. Marañón, la cuarta por el coronel Honorato Domínguez y la quinta por el coronel Francisco de P. Milán, éstas avanzaban gradualmente sobre las posiciones enemigas; de las columnas, la cuarta, avanzó hasta las lomas de Santiago, en cuya garita se encontraba un grueso número de austriacos que fueron desalojados de esta posición por el teniente coronel Urrutia, y la primera emprendió su avance hasta Paso de Varas, al norte de la ciudad, en tanto que la segunda los llevo hasta Sedeño, no obstante los fuegos que recibía del fuerte del Macuiltépec, la más formidable de las posiciones enemigas, al decir de Alatorre.
El día 6 las operaciones se iniciaron con el avance de la columna del coronel Milán hasta el rancho de Badillo al oriente de la ciudad, mientras que la segunda columna avanzaba denodadamente sobre el Macuiltépec y lograba penetrar parte de su caballería hasta la Plazuela del Carbón, causando estragos al enemigo; y como éste, al filo del medio día intentara desalojar a la columna de Domínguez de las posiciones que ocupaba en la garita de El Dique y Casa Blanca, acudió en su ayuda la del teniente coronel Marañón, que atacó por el rumbo de Casa de Hoyos.
El pintoresco paseo de Los Berros y las fortificaciones de San José fueron teatro de acciones de guerra el día 7; y desde el día siguiente por horadaciones y aproches practicados en todos los puntos avanzados, se comenzó a preparar el ataque formal sobre la plaza y sobre el fuerte de Macuiltépec.
El día 9 cayó el punto del Calvario, y con las trincheras levantadas en la garita de México quedó cortado el Macuiltépec, cuya incomunicación se consumó definitivamente al ser ocupada la loma del Sabino.
El ataque general en toda la línea se emprendió el día 10 durante la mayor parte de la jornada, batiéndose los imperialistas con desesperación.
En la madrugada del 11 cayó en poder de los republicanos el fuerte de Macuiltépec, quedando prisioneros 62 austriacos de su guarnición.
Mediaba el día 11 cuando recibió Alatorre un refuerzo de Puebla en número de 600 hombres mandados por el general Juan C. Bonilla, el cual se puso a sus órdenes y fue repartido convenientemente en la línea; con este hecho se emprendió en el acto el asalto, que fue suspendido al flamear en la mole majestuosa del ex convento de San Francisco una bandera blanca, al mismo tiempo que se dejaba escuchar el toque de parlamento.
En efecto -nos dice Alatorre-, el enemigo me propuso su rendición a base gracias y garantías que acepté para restablecer la paz.
"República Mexicana, cuartel general de la línea Oriente.- General 2o. en Jefe. El general C. Ignacio R. Alatorre, en jefe de las fuerzas republicanas que asedian la plaza de Xalapa, y los señores generales Juan Calderón y Mayor Harmestraen, jefe de las fuerzas imperiales que la defienden, han convenido hoy en la rendición de dicha plaza, bajo las condiciones siguientes:

1a. La plaza imperial entregará todas las armas, artillería, municiones, caballos y monturas que existen en la plaza.

2a. Los jefes, oficiales, clase de tropa, autoridades civiles y militares, y demás empleados del imperio, tanto extranjeros como mexicanos, y así los existentes en esta plaza como los prisioneros procedentes del cerro de Macuiltépec, obtendrán pasaporte para dirigirse al punto donde les convenga, llevando los jefes y oficiales las armas y caballos de su propiedad.

3a. Si alguno de los capitulados se encontrase enfermo e imposibilitado de marchar inmediatamente, podrá permanecer en la plaza hasta 30 días contados desde la fecha.

4a. La salida de la fuerza imperial se efectuará mañana. Hoy permanecerá en sus cuarteles.

5a. La plaza será ocupada este mismo día por 300 hombres de las fuerzas republicanas.

6a. Estas, consecuentes con los principios que defienden, serán el custodio de la tranquilidad y demás garantías del vecindario.

7a. Se escribirán y firmarán tres ejemplares de estos convenios. Xalapa, a 11 de Noviembre de 1866. I. R. Alatorre. Juan Calderón.- El Mayor Harmestaen".
Ocupada la población por las fuerzas republicanas, y reestablecido el orden constitucional, los vecinos de la misma ocurrieron a la autoridad para expresarle su deseo de suscribir una protesta de adhesión que pusiera de manifiesto los sentimientos republicanos que nunca había dejado de abrigar este vecindario, al decir de los firmantes.

"En consecuencia, los que de nuestra libre voluntad suscribimos, protestamos:

1ª Contra la fuerza armada que empleando las bayonetas, nos impuso las leyes llamadas del imperio, a las que hemos vivido sujetos contra nuestra voluntad, imposibilitados como estábamos de repeler la fuerza con la fuerza.

2o. Contra todos los actos emanados de dichas leyes, que desconocemos como atentatorias, a la autonomía de la República.

3o. Contra toda disposición del ejército invasor o de sus auxiliares, que tienda a imponernos nuevamente su yugo, variando el sistema republicano con otras denominaciones que chocan con nuestras tradiciones y costumbres.

4o. Nos sometemos gustosos a las autoridades legítimas, y reconociendo el derecho que ellas tienen para exigir el apoyo de todo buen mexicano tratándose de combatir por la independencia de México, le ofrecemos el nuestro, cada uno en su esfera y según sus medios de posibilidad".